La invasión rusa de Ucrania a fines de febrero causó conmoción mundial, marcando la dirección de los mercados globales durante el trimestre. Las graves implicaciones humanas se trasladaron a los mercados, propiciando la caída de las acciones y el aumento de los rendimientos de los bonos (lo que significa que los precios cayeron). De igual manera, la invasión disparó los precios de las materias primas dado que Rusia es un productor clave de varias materias primas importantes, como el petróleo, el gas y el trigo. Tal subida en los precios contribuyó a un mayor aumento de la inflación, así como a más interrupciones en las cadenas de suministro. En respuesta a la invasión de Ucrania, Estados Unidos y sus aliados anunciaron una serie de sanciones estrictas. El presidente Biden apuntó a lo que denominó "la arteria principal de la economía de Rusia", prohibiendo las importaciones de petróleo ruso, y apuntando al sistema financiero del país. Se congelaron los activos del banco central ruso, en una medida coordinada con múltiples aliados para negar el acceso de Rusia al sistema financiero mundial. Similarmente, algunas de las personas más ricas de Rusia fueron afectadas por congelamientos e incautaciones de activos. Una gran cantidad de importantes corporaciones internacionales se han retirado del país.
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